
El lenguaje de los bebés
Cuando nacemos, sólo podemos hablar con nuestro cuerpo, de modo que aprendemos la conducta humana mucho antes de ir a la escuela. Luego pasamos nuestra vida adulta reprimiendo lo aprendido, en el afán de conducirnos como criaturas sofisticadas. ¡No es difícil dar un paso atrás y aprender a leer los cuerpos ajenos, para luego usar el nuestro para decir lo que realmente queremos!
Algunas personas son por instinto mejores en el uso e interpretación del lenguaje corporal, pero todos podemos reaprenderlo. Si logras transmitir que eres una persona segura, amistosa, atractiva, y lo más importante, que te sientes atraída por la otra persona, conseguirás que se sienta relajada en tu compañía.
Lee las señales
Cuando estás en medio de un grupo, observa a los que te rodean: ¿te están mirando fijamente mientras conversan contigo, o están buscando con la mirada algo más atrayente? ¿Sus cuerpos están enfrentados al tuyo en una posición abierta, o están un tanto vueltos de costado, con los brazos o piernas cruzados? Hay muchas señales que te dirán si están realmente interesados: las miradas de ?reconocimiento? de corta duración, seguidas de contacto visual prolongado son siempre una buena señal. Si sonríes cuando te miran, a pesar de estar hablando con otra persona, das una señal afirmativa. Gestos como acomodarte el cabello, alisar tus ropas y perfilar tu figura son todos signos de que quieres ser mirada y apreciada.
Responde las señales
Lo más sexy que puedes hacer es lucir segura y feliz, ¡aunque no sea así como te sientes! Sonríe y estarás invitando a que te sonrían. Mira directamente a tu objeto de deseo durante un tiempo. Si tu presa finalmente se acerca, vuelve tu rostro hacia él, con las manos sobre la falda o a los costados, nunca cruzadas frente al pecho como una barrera.
Ahora puede comenzar la seducción verbal, así que relájate y comienza preguntándole cosas sobre él, y asegúrate de escuchar con atención. No hay nada más adulador y atractivo que alguien interesado en lo que piensas y quieres de la vida.
0 comentarios:
Publicar un comentario