el lenguaje corporal en el romance

Lenguaje masculino

Más básicos y concretos, los hombres no se andan con muchas sutilezas ni a la hora de hablar ni de comunicarse corporalmente, por el contrario, muestran y dicen lo que piensan. Si le atraes a un hombre ciertamente lo notarás más temprano que tarde ya generalmente cambian la postura, tensan los músculos y se paran más derechos, a veces adoptan una posición con los pulgares en los bolsillos y las manos sobre las piernas para hacer un paréntesis que enmarque la zona genital (sutilidad cero…).
La mirada de algunos hombres puede volverse desfachatada e intensa, las zonas de interés serán los puntos calientes de su compañera, esto al mismo tiempo quizás lo inquiete, y comenzará a acomodarse el cabello o la ropa para disimular.

Lenguaje femenino

Las mujeres, cómo no, son mucho más intrincadas a la hora de demostrar su lenguaje corporal, plagado de sutilezas y dobles sentidos, las mujeres juegan permanentemente con la sexualidad pero desde un punto muy sutil que no las pone en evidencia.

La mujer que se sienta atraída por un hombre ciertamente comenzará el “show” moviendo su cabellera y jugando con su pelo, generalmente tirando el cabello hacia atrás y dejando que este vuelva a su posición naturalmente. Los ojos son los que cobran un papel estelar, dentro de la amplia gama de miradas que la mujer maneja esta la de mirar con los ojos entrecerrados con mucha sensualidad, u observar detenidamente para luego cambiar de pronto la vista en otra dirección, además de echar una mirada fugaz de ves en cuando en la zona genital de nuestro acompañante.
Además juega con su femineidad a más no poder, maquillarse los labios, humedecérselos continuamente, cruzar las piernas o jugar con los zapatos, todas características propias de una mujer que ya escogió a su próxima “presa”.

Entonces aquí tenemos algunos puntos claves para entender el lenguaje no verbal de ambos géneros, seguramente hay muchos mas por lo que es buena idea comenzar a interpretar mejor estas señales prestándoles mayor atención, llegado ese punto ya no haran falta las palabras.